La Guardia Civil detiene a los 23 integrantes de dos violentas bandas de ladrones

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La Guardia Civil, en el marco de la Operación Karma, ha desarticulado dos violentas organizaciones delictivas dedicadas a robos con violencia e intimidación en viviendas y establecimientos públicos de las provincias de Málaga, Córdoba, Sevilla y León.

Hay 23 personas detenidas y se ha actuado contra otras 25 como investigadas. Losa gentes han esclarecidos 104 delitos de robo y hurto y han incautado abundante material procedente de los robos, además de 87 plantas de marihuana y materiales eléctricos y otros enseres utilizados en  este tipo de plantaciones.
Arma incautada

También se han aprehendido tres pistolas detonadoras, una de fogueo, una de avancarga, una escopeta del calibre 12, abundante munición, un machete, una espada, varios geolocalizadores y GPS e inhibidores de frecuencia de gran potencia. También han intervenido numerosa maquinaria para realizar los robos como cizallas, herramientas, mazas, pistolas remachadoras, troqueladoras,  punzones, y efectos para ocultarse y evitar que los identificaran cuando cometían los robos.

Investigación

La investigación se inició en el año 2018 tras producirse varios robos en viviendas y comercios de las localidades de Cuevas de San Marcos y Archidona (Málaga) con el mismo modus operandi, que generaron alarma social en la zona.

Ladrones actuando

Los investigadores detectaron dos organizaciones criminales, una de ciudadanos rumanos y otra de españoles, que estaban actuando de forma coordinada y conjunta, generalmente de madrugada y con gran violencia.

Estas organizaciones estaban asentadas en diferentes poblaciones de la comarca de Antequera, desde donde se desplazaban a las provincias de Sevilla y Córdoba para cometer los robos. Cometían los asaltos en el interior de viviendas, naves, bares y comercios, especializándose en los últimos meses en robar únicamente dinero en efectivo de las cajas registradoras. El valor de los efectos y el dinero sustraído excedía de los 400.000 euros.

Modus operandi

Para cometer los atracos utilizaban indistintamente el alunizaje y el butrón, rompiendo cajas registradoras, puertas, ventanas y escaparates por los que accedían a las viviendas y comercios. Usaban vehículos todo-terreno, que previamente habían sustraído, para empotrarlos contra la puerta de los establecimientos y sus escaparates. Cargaban los efectos robados en sus vehículos para posteriormente trasladarlos hasta sus domicilios donde los ocultaban.

Ladrón armado amenazando al dependiente

Extremaban las medidas de seguridad para evitar que los detectaran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, llegando incluso a repostar los vehículos robados con garrafas de gasolina en zonas de campo ocultas para evitar que los grabaran las cámaras de seguridad.  Además, se desplazaban con vehículos lanzaderas  hasta el lugar donde iban a cometer los asaltos y realizaban contravigilancias para evitar ser detenidos. Los vehículos robados los abandonaban en poblaciones cercanas a su domicilio, llegando a quemarlos para eliminar las huellas.

Una vez que acumulaban un gran botín, trasladaban en furgoneta los objetos robados hasta Rumania y Alemania  donde los vendían en el mercado negro. El dinero lo trasladaba una mujer de la organización, que lo llevaba oculto entre sus ropas,  y  viajaba en autobús para no infundir sospechas.

Actuaciones violentas

La  mayoría de los robos y hurtos realizados los cometían  con gran violencia, llegando incluso a amenazar y golpear a sus víctimas. Portaban armas de fuego y diversas armas blancas prohibidas con las que los amedrentaban. Actuaban  siempre con pasamontañas, máscaras y guantes para evitar que los identificaran.

Dinero incautado

Si eran sorprendidos por los agentes mientras cometían los robos, se daban inmediatamente a la fuga y no dudaban en arremeter contra los vehículos policiales, llegando incluso a tirar pinchos de pequeño diámetro para así reventar los neumáticos de los vehículos. En cuatro ocasiones realizaron estas acciones, quedando dañados vehículos  de Policía Nacional y  de Guardia Civil.

Los detenidos e investigados poseen numerosos antecedentes penales por diversos delitos contra el patrimonio, tráfico de drogas e incluso uno de ellos por homicidio al que le figura una orden de búsqueda, detención  e  ingreso en prisión.

Esta operación la llevaron a cabo el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Compañía de Antequera, con el apoyo del GRS-2 de Sevilla, USECIC de las Comandancias de Sevilla y Córdoba, Servicio Cinológico de Málaga, Equipos ROCA de Antequera (Málaga) y Osuna (Sevilla), Equipo de Policía Judicial de Puente Genil (Córdoba) y diversas patrullas de Seguridad Ciudadana de la Compañía de Antequera y de Lucena (Córdoba).

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