Matadme de una puta vez

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532 días son los que pasó secuestrado Jose Antonio Ortega Lara por la banda terrorista ETA en un zulo de madera, húmedo, frío, sin ninguna luz natural y de tres metros de largo, por dos de ancho y 180 cm de alto.

Ha sido el secuestro más duradero que ha sufrido una víctima de la banda terrorista.

La actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pusieron fin al secuestro el 1 de julio de 1997, tras 532 días.

Ortega Lara por aquel entonces funcionario de prisiones y abogado fue secuestrado en el garaje de su casa de Burgos, por dos miembros de ETA.

La Guardia Civil abrió numerosas vías de investigación, todas ellas infructuosas. El día 26 de noviembre de 1996 una operación en Francia, que acabó con la detención de Juan Luís Aguirre Lete,  jefe del aparato logístico de ETA, dio un giro a la investigación.

En una agenda que se le intervino tenia anotado “5k BOL. Ortega”. Tras semanas de investigación, intentando dar sentido a las letras BOL, por apodos o apellidos, dan con un nombre, Jose Uribetxeberría Bolinaga.

Bolinaga era un simpatizante de la izquierda abertzale de Mondragón. Fue investigado y vigilado por la Policía por sus numerosas visitas a un taller industrial de su pueblo.

La madrugada del 1 de julio de 1997, en una macroperación compuesta por doscientos agentes de la Guardia Civil, detuvieron a Bolinaga, llevándolo hasta el taller industrial. El detenido se negó a colaborar en todo momento, y tras la búsqueda incesante de los agentes encontraron a Ortega Lara en avanzado estado de desnutrición y desorientado.

Había perdido 23 kilos, sufría atrofia muscular, tenía importantes problemas intestinales debidos a la desnutrición y su visión se resintió notablemente.

Cuando entró el primer Guardia Civil con su cara tapada con un pasamontañas Ortega Lara creyendo que era uno de sus secuestradores le dijo: “Matadme de una puta vez”.

Cárceles vs zulos de ETA

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